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Introducción
En plena campiña jiennense Sierra Mágina se alza como un macizo aislado, refugio de una valiosa flora mediterránea que incluye especies de distribución muy restringida del sur de la Península Ibérica y otras que, en todo el mundo, tan sólo crecen aquí. Se trata del macizo más elevado de la provincia con 2.167 m de altitud (Pico Mágina), uno de los principales de Andalucía. La naturaleza caliza de las rocas ocasiona un paisaje escabroso donde es fácil encontrar lapiaces, torcales, dolinas,... y otras formas propias del llamado modelado «Kárstico» sobre las que se asienta una vegetación mediterránea de encinas, quejigos, y sabinas y enebros rastreros en las cumbres más elevadas. Este conjunto de montañas se sitúa al sur de la provincia de Jaén, a unos 30 km de la capital destacando entre las próximas depresiones del Guadalquivir y del Guadiana Menor y otras sierras de menor altura. Las fuertes pendientes de este macizo y la erosión son la causa de la pobreza de sus suelos, que poseen una clara vocación forestal. El Parque posee cumbres que superan los 2.000 m de altitud, lo que determina que la vegetación se componga de especies diferentes a distintas alturas. En las zonas más bajas la vegetación natural ha desaparecido casi por completo. Junto a cultivos de olivos, cerezos y almendros, se conservan algunos encinares aunque en su mayoría han sido sustituidos por romerales y espartales. Subiendo hasta los 1.800 m abundan los quejigos y arces, a los que acompañan cerezos silvestres, cornicabras,... Por fin, en los picos de mayor altura se conserva un pequeño pinar de pino laricio aunque en su mayor parte la vegetación se compone de plantas que han adoptado un porte almohadillado para resistir los efectos de las nevadas y del viento. Y es aquí precisamente donde se encuentran las especies de mayor interés científico, aquellas que son exclusivas de Sierra Mágina y únicas en el mundo. A principios de este siglo desaparecen los principales depredadores del ámbito mediterráneo: el lobo y el lince; en su lugar quedan pequeños carnívoros como el gato montés, la gineta y el zorro. Entre las aves destacan las rapaces: el cernícalo, el halcón y el águila real. En las cumbres inverna el inconfundible mirlo capiblanco, mientras que el roquero rojo nidifica entre las grietas de las rocas. Pinzones, verderones y jilgueros habitan por el contrario en los encinares y olivares. En Mágina existe una importante población de cabras monteses, aunque son difíciles de observar. También abunda el jabalí, que habita sobre todo en las zonas bajas y donde la vegetación es más espesa. La actividad agrícola de la sierra se remonta hasta el final del siglo XV cuando, tras la reconquista, los nuevos pobladores procedentes de los reinos de Jaén y Granada comienzan a cultivar la tierra. El olivar es el cultivo más extendido dentro del Parque Natural, aunque también se cultivan higueras, cerezos,... Los municipios del Parque cuentan además con tradiciones artesanas de elaboración de dulces y chacinas, esparto, etc. Frontera natural entre los territorios musulmanes y cristianos durante los siglos XIII y XV, Sierra Mágina conserva en sus pueblos restos de fortificaciones y castillos que datan de esta época: los torreones de Bélmez y Cuadros, los castillos de Bedmar, Jódar y Albánchez de Ubeda, y los restos de fortalezas y murallas árabes de Jimena y Cambil, conquistada por los cristianos en 1485. Mapas Rutas
Otra Información
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