Introducción
El Torcal de Antequera está en una zona de media montaña de las Sierras Béticas, al sur de la ciudad de Antequera, de gran espectacularidad paisajística. La naturaleza kárstica de los terrenos, es decir, de formaciones calizas modeladas por el agua, confieren a este paisaje un peculiar aspecto que le hace irrepetible, caracterizado por la existencia de una red de callejones y pasadizos, puentes y depresiones que le otorgan una belleza especial y muy característica, dándole el aspecto de una ciudad petrificada. El Torcal encierra en su reducida extensión (11,7 Km2. Dentro del Paraje) una de las muestras más impresionantes de paisaje cárstico de toda Europa. Geomorfológicamente, comprende cuatro zonas bien diferenciadas: Sierra Pelada, Torcal Alto, Torcal Bajo, Tajos y Laderas. Todo el conjunto está constituido por rocas calizas, todas ellas tuvieron su origen en el fondo marino durante el período jurásico, hace aproximadamente 150 millones de años. Los materiales depositados en el mar emergieron como consecuencia del plegamiento alpino. Más tarde, una serie de fracturas generaron grietas y sistemas de fallas que han producido lo que llamamos hoy día callejones o "corredores". A partir de este momento el conjunto queda sometido a un proceso de erosión característico, el modelado cárstico, dando lugar a multitud de formas en las rocas, produciendo un verdadero "museo de esculturas naturales" denominadas formas imitativas, que han merecido su reconocimiento individualizado. El macizo de El Torcal constituye una zona geográfica de rica y variada flora. Se han constatado al menos 664 especies de plantas, agrupadas en casi un centenar de familias. En cuanto a la presencia faunística en muchas ocasiones se ha visto condicionada al manejo del medio por el hombre. Existen multitud de especies de invertebrados, en su mayoría insectos. Las comunidades zoológicas carecen de grandes predadores o grandes hervíboros, siendo unicamente representativas en este sentido el zorro y la cabra montés. Uno de los valores más notables de la composición faunística de El Torcal es la riqueza de aves que soporta, bien de forma sedentaria o simplemente como estación de paso en las vías migratorias o como punto de nidificación. En este sentido, la sierra fue declarada como Zona Especial para la Protección de las Aves. Los reptiles presentes, dependen en gran medida de factores térmicos, por lo que son plenamente activos en primavera y verano, momento en el que se pueden visualizar con frecuencia. Mapas Rutas
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