INTRODUCCIÓN A LA BOTÁNICA
[ Introducción ]    [ Los protofitos - Las bacterias ]    [ Los protofitos - Las algas azules ]    [ Las algas ]    [ Los hongos ]
[ Los líquenes ]    [ Briofitos ]    [ Cormofitas ]    [ Pteridofitos ]    [ Fanerógamas ]    [ Gimnospermas ]    [ Angiospermas ]
[ Monocotiledóneas ]    [ Dicotiledóneas ]    [ Fotosíntesis ]    [ Glosario ]



1. Introducción

El reino vegetal es muy amplio ya que existen más de mil especies en todo el planeta. Su distribución tan variada hace que se encuentren plantas casi en cualquier lugar de la tierra.

La principal característica que distingue a los vegetales de los animales es su capacidad para alimentarse de forma autótrofa, es decir, toman ellas mismas por la radiación solar la energía necesaria para favorecer su crecimiento. Para realizar esto, la mayoría de las plantas contienen un pigmento llamado clorofila.

Las primeras obras botánicas importantes que se conservan datan de los siglos IV-III anteriores a nuestra era y se deben a teofasto (372-287 a. C), primer botánico que hizo una clasificación y dividió las plantas en:

-Monocotiledoneas (con un cotiledón)
-Dicotiledóneas (con dos cotiledones)

En el siglo I después de Cristo, Dioscórides ordenó las especies botánicas en tres grupos, atendiendo a su utilidad: comestibles, medicinales y venenosas.

Durante la Edad Media se dio más importancia a la descripción de las especies que a su ordenación. A partir del siglo XVI, surgieron autores preocupados por recuperar clasificaciones antiguas. Los botánicos de entonces se basaron en ciertos caracteres morfológicos como la forma de las flores, el número de piezas florales y su disposición, etc.

Linneo fue el naturalista más importante de esta época ya que introdujo la distinción entre plantas sin flores (criptógamas) y con flores (fanerógamas). Dividió a estas últimas en hermafroditas (con órganos masculinos y femeninos) y unisexuales (con órganos masculinos o femeninos). Las agrupó luego atendiendo al número de estambres y carpelos, y a su disposición en la flor.

Adolphe-Théodore Brongniart (1801-1876) empezó a introducir casi cien años más tarde, los criterios filogenéticos de clasificación, es decir, basados en la evolución.

Más tarde, Adolfo Engler (1844-1930) repartió las plantas en trece divisiones fundamentales.

En la actualidad con el avance de las ciencias auxiliares aplicadas a la botánica (bioquímica, citogenética, ecología, etc) se han incrementado notablemente los criterios que se siguen en la sistemática. Por ello, las clasificaciones actuales se basan en rasgos no sólo morfológicos o anatómicas, sino también citológicos, genéticos, bioquímicos y ecológicos.

2. Los protofitos - Las bacterias


Las bacterias se consideraban una clase aparte e incluso existían dudas con respecto a su situación en el reino animal o en el vegetal, antes de que fuera posible estudiarlas a fondo con el auxilio del microscopio.

Las bacterias coinciden con las algas azules en que sus orgánulos celulares carecen de membranas. Otro rasgo importante que diferencia a unas y otras de los demás vegetales es la carencia de núcleo verdadero.

La principal diferencia entre bacterias y algas azules es la forma de alimentarse. Las primeras pueden ser autótrofas o heterótrofas, pero si realizan la fotosíntesis para obtener energía, no desprenden oxígeno como el resto de plantas; las segundas son siempre autótrofas, es decir, no requieren la ayuda de otros organismos para alimentarse. De este modo, encontramos dos variantes:

-Esquizomicetes o bacterias
-Cianóficeas o algas azules

Esquizomicetes o bacterias: Son organismos unicelulares tan pequeños que sólo se pueden visualizar por microscopio. Su aspecto varía a veces a lo largo de su vida, las bacterias unicelulares más corrientes son esféricas (cocos), forma de bastón (bacilos), de bastoncillo curvado (vidrios) y en hélice (espirilos).
La célula bacteriana está delimitada por una membrana plasmática semipermeable y su protoplasma puede contener gránulos de volutina (polifosfato) de glucógeno y grasa.

Su reproducción es asexual por bipartición, es decir, la célula madre forma un tabique transversal, desde la membrana plasmática al interior, hasta que se divide en dos células idénticas a ella, aunque más pequeñas.

Las bacterias pueden vivir en sitios muy diversos: suelo, agua, aire, parásitos de animales y vegetales. Son muy útiles para la purificación de las aguas residuales por su capacidad de descomponer los desechos animales y producir metano.

3. Los protofitos - Las algas azules


Las cianoficeas reciben el nombre de algas azuladas por el color verdeazulado de sus colonias en el agua. La célula típica de las algas azules consta de un protoplasma, con una zona interna incolora y una externa en que se encuentra el material genético (ADN) disperso, los pigmentos dispuestos en delgadas láminas y las sustancias de reserva. Los pigmentos están compuestos de clorofila, gracias a la cual realizan la función fotosintética.

La clasificación de las bacterias es muy difícil. Su sencillísima estructura impide que se sistematicen a partir de sus rasgos morfológicos. Se ha recurrido por ello a los caracteres microbiológicos, o reacción que provocan al ser inyectadas en un animal o vegetal, en el caso de las especies patógenas, y al comportamiento metabólico, es decir, a los compuestos que sintetizan o utilizan y a sus necesidades de una sustancia determinada.

La clase de los esquizomicetes se ha dividido en diez órdenes: pseudomonadales, eubacteriales, clamidobacteriales, hifomicrobiales, cariofanales, espiroquetales, beggiatoales, mixobacteriales, actinomycetales y micoplamatales.

4. Las algas


En la Antigüedad, el concepto de alga era muy amplio ya que englobaba a todas las plantas acuáticas, aunque no existiera ningún parentesco entre ellas. En la actualidad, el nombre se aplica a los vegetales que viven en el medio acuático y poseen clorofila y pigmentos que les confieren coloración distinta.

Las algas tienen un núcleo auténtico protegido por una membrana y, por lo tanto, son eucariotas. Como las de los hongos, sus células no se diferencian en tejidos, por lo que no puede decirse que tengan raíces, tallos y hojas verdaderos. Por eso se les llama talofitos, vegetales con organización de talo, para distinguirlas de las plantas superiores.

La configuración de las algas varía mucho: desde organismos unicelulares, filamentosos o sifonales (sin tabiques de separación entre las células) hasta ejemplares de gran tamaño que parecen más árboles sumergidos que talos.

Las unicelulares poseen a veces flagelos, que se componen de dos microtúbulos internos, rodeados de nueve externos más finos. El conjunto está dentro de una pared más o menos elástica. En el resto de las algas sólo aparecen flagelos en las células reproductoras, es decir, en los gametos y las esporas, que se crean en órganos especiales carentes de la capa de células estériles típica de los cormofitos.

Los gametos, tras desprenderse del gametangio, nadan hasta encontrarse dos de sexo o signo opuesto y se produce la fecundación. Si los dos gametos tienen tamaño y forma iguales, se dice que se reproducen por isogamia; si, en cambio, uno es mayor que el otro o uno posee flagelos y el otro no, hay una anisogamia.

Las características diferenciales entre los grupos de algas se basan en sus pigmentos, en las sustancias de reserva, en la composición química de sus paredes y en el nivel de organización que han alcanzado.

La clasificación más actual distribuye las algas en ocho divisiones independientes, aunque, en realidad, tengan caracteres similares, debido a la imposibilidad de encontrar un origen común para todas.

5. Los hongos


La característica que diferencia a los hongos del resto de los vegetales es la carencia de clorofila. Por este motivo han de vivir en simbiosis con otros seres o como parásitos, tomando de otros organismos las sustancias que requieren para su desarrollo, ya que no pueden realizar la función fotosintética que les convertiría en autótrofos.

Por esta razón, así como por no acumular almidón como materia de reserva, se relacionó a los hongos con las bacterias. En la actualidad, se sabe que difieren mucho ya que los hongos son eucariotas y las bacterias procariotas.

Los hongos se reproducen asexualmente por esporas flageladas (especies acuáticas) o por esporas que se forman dentro o fuera de órganos especializados (especies terrestres). La reproducción sexual se verifica por gametos unicelulares de distinto sexo, que se copulan para generar un zigoto uninucleado o por lamentos pluricelulares que originarán un zigoto plurinucleado.

Los hongos se incluyen en la división de los Micofitos, distribuida en cuatro clases, según la organización que han alcanzado: mixomicetes, ficomicetes, ascomicetes y basidiomicetes.

6. Los líquenes


Las algas que componen los líquenes se denominan gonidios. Algunos líquenes habitan lugares en que los hongos y las algas no lograrían sobrevivir por separado, como por ejemplo las rocas. Se desarrollan en el interior de la piedra y se les llama líquenes endolíticos; o en su superficie, líquenes epilíticos, y provocan su desintegración los ácidos orgánicos que segregan, de modo que contribuyen a la formación del suelo. Otros crecen en la superficie de la tierra, sobre la corteza de los árboles (líquenes epifloicos) o en el interior de ellos (líquenes endofloicos).

Por la morfología, hay varias clases de líquenes:

-Gelatinosos: tienen consistencia de gelatina y deben su forma a las algas que lo componen.
-Crustáceos: se presentan como costras irregulares que se adhieren al suelo, las rocas o el tronco de los árboles y penetran, al menos en parte, en el sustrato.
-Foliáceos: de talo laminar por lo regular lobulado, se fijan por medio de grupos de hifas alargadas (rizinas), con las que abosorben agua y sales minerales.
-Fruticulosos: tienen posición erecta y ramificaciones similares a las de un arbusto. Se fijan en el sustrato mediante una base estrecha. 

Al asociarse al hongo, las algas pierden su capacidad de reproducción sexual y por eso lo hacen por vía vegetativa con zooesporas (esporas flageladas móviles).
Los hongos se reproducen de forma sexual. Cuando encuentran el alga correspondiente, la espora de un hongo en germinación se asocia con ella para crear un talo liquénico.

Los líquenes se hallan en toda la Tierra, porque su resistencia les permite sobrevivir en condiciones muy difíciles: en las tundras árticas, trópicos y regiones montañosas de zonas templadas e intertropicales. Crecen con mucha lentitud y viven desde un año (los tropicales), hasta varios siglos (los crustáceos de las rocas árticas).

Usos de los líquenes: Hay líquenes comestibles, que representan parte importante de la dieta de ciertos grupos esquimales y siberianos; otros se emplean para alimentar animales, como Cladonia rangiferina o líquen del reno, incorporado a la nutrición de este rumiante en algunos países de Europa y América. Otros se emplean en la preparación de colorantes, como el Tornasol; se recurre a otros para la obtención de antibióticos.

7. Briofitos


Los briofitos son una división del reino vegetal que comprende, aproximadamente, veinticinco mil especies de plantas terrestres, cuyo color verde se debe a la presencia de clorofila.

Reproducción: El esporofito crea esporas de las cuales se origina el gametofito, que representa la generación haploide y posee órganos reproductores masculinos y femeninos. En los primeros se forman los espermatozoides y en los segundos las ovocélulas. Cuando un espermatozoide fecunda una ovocélula se produce una célula diploide o zigoto. A partir de éste, se desarrolla el esporofito y, con su producción de esporas se cierra el ciclo.
Estos vegetales tienen tejidos asimiladores y de reserva diferenciados. En algunas especies aparecen en los caudios haces conductores rudimentarios, muy sencillos. Muchos poseen cutícula o cubierta de cutina que protege a la planta de la desecación, pero suele ser muy fina y no resulta eficaz en ambientes muy secos. Existe un grupito de especies acuáticas; no obstante, la mayor parte son terrestres y crecen en lugares bastante húmedos, pues su reproducción sexual está supeditada a la presencia de agua. Hay algunas adaptadas a comarcas áridas.

Las especies terrestres crecen en el terreno, las rocas y los árboles. Llegan a cubrir extensiones notables. Su altura oscila entre unos pocos milímetros y algo más de medio metro. Se encuentran briofitos en toda la Tierra, pero en las zonas intertropicales hay mayor número de especies.
Esta división comprende dos clases: musgos (Musci) y hepáticas (Hepaticae), que difieren básicamente en la estructura de los gametangios y esponrangios.
Los musgos: En los musgos se forma siempre un protonema dilamentoso y ramificado cuando germina la espora, el cual produce yemas de las que nacen las plantitas verdes. El gametofito de los musgos es siempre folioso. Consta de un tallo erecto o postrado, ramificado o no, alrededor del cual las hojitas se disponen en espiral, en tres o más filas.

Los órganos sexuales acostumbran a estar en el ápice del tallo o de sus ramas; tanto los masculinos como los femeninos poseen un pedúnculo. Los musgos son hermafroditas, con arquegonios y anteridios en la misma rama; monoicos, con ambos órganos en distintas ramas de una sola planta; o dioicos, en plantas distintas. En este último caso, los individuos masculinos y los femeninos se diferencian a veces en cuanto a la morfología.

Los musgos se dividen en tres órdenes: briales, andreales y esfagnales.

Briales: se caracteriza porque el gametofito se desarrolla de un protonema filamentoso ramificado y su morfología varía según las especies.
Andreales: el protonema, taloso y ramificado, forma lóbulos acintados.
Esfagnales: este orden consta de un solo género, Sphagnum, del que se han descrito más de trescientas especies. La mayor parte vive en lugares muy húmedos.

Algunas crecen en las riberas de los lagos, desde las que se extienden  hacia el centro lacustre y flotan en la superficie.

Hepáticas: En esta clase el protonema se presenta tan poco desarrollado que a veces suele no existir, y la espora, en el momento de germinar, produce directamente el gametofito, taloso y de configuración laminar o foliosa. En este último caso, el tallo se haya provisto de tres filas de hojitas dispuestas en espiral o de dos hileras laterales de filidios y una ventral de hojas más pequeñas, a las cuales se ha denominado anfigastros. Generalmente, todas carecen de nervio central y aparecen lobuladas, dentadas o con el margen entero.
Este tipo de plantas son pequeñas y crecen con bastante lentitud. Se dividen en tres órdenes: marcanciales, jungermaniales y antocerotales.

Marcanciales: este orden engloba a más de cuatrocientas especies, que viven en la tierra húmeda o, con menos frecuencia , en el agua. Su gametofito se divide en tejidos: epidermis, fotosintetizadora y el parenquimático.El esporofito maduro consta de una seta corta y una cápsula, sin columela en el interior.

Jungermaniales: este orden comprende a ocho mil especies, la mayor parte de ellas tropicales, que medran en el suelo, rocas, árboles o agua. Casi todas presentan tallos aplanados dorsiventralmente, con dos filas laterales de hojitas y una ventral de anfigastros.

Antocerotales: este orden reúne a unas cien especies, distribuidas por todo elmundo. Su gametofito es taloso, aplanado y lobulado. Los órganos sexuales se encuentran hundidos en la superficie del talo. Los anteridios están en cavidades cerradas, que se abren en el momento de liberar los espermatozoides; los arquegonios se intercalan entre las células superficiales del talo y su cuello da al exterior.

Hay hepáticas en toda la Tierra. Aconstumbran a ser más exigentes que los musgos y abundan en las zonas tropicales e intertropicales; en cambio, los musgos abundan en las regiones de clima templado o frío.

8. Cormofitas


Las cormofitas son plantas con muchas células y se diferencian en la realización de diversas funciones y se agrupan en tejidos distintos.
La estructura básica de estos vegetales, el cormo, se compone del vástago y la raíz. El primero crece hacia el exterior del sustrato y consta de tallos y hojas. El tallo, principal órgano de sostén mecánico de la planta, es un eje cilíndrico que soporta las hojas y transporta sustancias desde la raíz hasta aquellas y viceversa. Las hojas tienen disposición regular en el tallo, se orientan hacia la luz y cumplen sobre todo la función de órganos asimiladores, pues en ellas se verifica la fotosíntesis.
La raíz se relaciona en el interior del sustrato, fija la planta a él y abosorbe el agua y las sustancias nutrititivas necesarias para que la planta cumpla sus funciones vitales.

Las cormofitas son plantas autótrofas y se abastecen de agua a través de los tejidos absorventes de la raíz. Además, para evitar una transpiración excesiva poseen una cubierta impermeable de cutina que las protege. En estas plantas ya se empieza a ver una raíz primitiva (radícula) y un diminuto tallo embrionario, con una o dos hojitas (cotiledones) y una yema (plúmula) en su ápice, origen de todo el vástago. La yema es el extremo terminal del tallo, protegido por rudimentos foliares de la cual surgen las ramas. Las células de la punta de la yema se dividen continuamente y forman los tejidos del tallo que se dividen en tres partes: epidermis, corteza y cilindro central.

Epidermis: es una envoltura externa.

Cilindro central: se compone de una médula, de tejido parenquimático y de haces conductores, consistentes en un xilema y un floema o líber. El primero tiene células parenquimatosas, vasos leñosos (tráqueas y traqueidas en angiospermas y sólo traqueidas en la mayor parte de gimnospermas y pteridofitas) y fibras leñosas, que proporcionan rigidez a los haces.

A medida que crece la planta se van formando en el tallo las hojas. Más tarde pueden producirse numerosas ramificaciones, de manera que el vástago alcanza a veces dimensiones muy notables. En este caso, sus necesidades nutritivas aumentan, lo que conlleva a un mayor desarrollo de las raíces.

Partes: Las hojas, órganos de forma laminar, tienen crecimiento limitado y brotan lateralmente en la superficie del tallo, a partir de las yemas. Las primeras en aparecer en la planta son los cotiledones, de estructura bastante sencilla que sirven para nutrir el embrión. En las monocotiledóneas hay un solo cotiledón; en las dicotiledóneas, dos, y en las gimnospermas, incluso más. Después brotan en el tallo los catáfilos o, directamente, los nomófilos u hojas ordinarias. La hoja normal se encarga de la fotosíntesis y de la transpiración. Consta de tres partes: limbo, pecíolo y base foliar. La hoja puede ser simple cuando consta de un solo limbo y la denominamos compuesta, cuanto está integrada por varias láminas o folíolos. El borde puede ser entero (sin incisiones), dentado (con pequeños dientes redondeados) o lobulado (recortado en lóbulos).

9. Pteridofitos


El paso de la vida acuática a la terrestre obligó a los vegetales, como a los animales, a transformar sus estructuras para adaptarse al nuevo medio. En la escala evolutiva, los pteridofitos representan el escalón intermedio entre las plantas inferiores y las superiores. Son las primeras que comienzan a experimentar un gran cambio, por ejemplo, tiene el esporofito muy desarrollado, su gametofito sólo dura unas semanas.

Características: Sus tejidos conductores están menos perfeccionados que los de las plantas superiores. A pesar de no tener tejidos de sostén se mantienen erectos. Estas características permiten agrupar a los pteridofitos dentro de las cormofitas y se consideran criptógamas porque no poseen órganos sexuales evidentes. En ellas, se percibe mejor la presencia de un esporofito ya que poseen tallos con hojas y raíces que llegan a alcanzar el tamaño de un árbol.
Los tallos y las hojas poseen epidermis revestida de cutícula, con estomas, que sirven para la evaporación del agua y el intercambio de gases. Las raíces se encargan de absorver el agua y las sustancias nutritivas que hay disueltas en ella.

Tipos: Los pteridofitos se dividen en cuatro clases: psilofitadas, licopodiatas, equisetatas y helechos.

Psilofitadas: esta clase tuvo su apogeo hace cuatrocientos millones de años y se extinguieron a finales de ese periodo. En la actualidad sólo existen restos de fósiles.

Licopodiatas: esta variante consta de especies vivientes y fósiles, de tallos, hojas y raíces verdaderas. Es uno de los grupos de plantas vasculares más antiguos que apareció antes de las psilofitadas. Se caracterizan por tener tallos que se ramifican dicotómicamente y las hojas se implantan en espiral.

Equisetatas: dentro de esta variante hay un gran número de especies fósiles y un solo género actual: equisetum. Algunos autores llaman a estas plantas articuladas debido a su peculiar estructura. Se caracteriza por tener un tallo con nudos de lso que surgen verticilos foliares y entrenudos. Dentro de este grupo existen dos subórdenes: esfenofilales y equisetales.
a)Esfenofilales: dentro de este grupo encontramos especies fósiles que pertenecen, mayoritariamente, al periodo paleozoico. Su tallo está compuesto por largos entrenudos; de los nudos brataban verticilos de seis o nueve hojas.
b)Equisetales: aquí encontramos especies pertenecientes a fósiles, principalmente del carbonífero y el género Equisetum. Se caracterizan por su tallo que tiene forma de cavidad medular.

Helechos: es la clase más importante ya que abarca muchas especies actuales. Se caracteriza por poseer hojas grandes, pecioladas y compuestas de pinnas. Las frondes tienen varios nervios. Dentro de este tipo de plantas existen tres subclases:  esporangiadas, leptosporangiadas e hidróptérides.
a)Primofilices: poseen esporangios terminales y frondes tridimensionales, pues todas sus partes no estaban situadas en el mismo plano. Por lo demás, se parecían a las especies actuales.
b)Eusporangiadas:  
c)Hidroptérides:

10. Fanerógamas


Las fanerógamas son un grupo de plantas que tienen los órganos reproductores visibles (al contrario que las Criptógramas que no pueden distinguirse a simple vista). Incluyen a plantas superiores provistas de flores y otros órganos y tejidos especializados; también se les denomina Espermatófitos y Antófitos.
En la Antártida las únicas plantas fanerógamas que se conocen son el Pasto Antártico (Deschampsia Antartica), y el Clavelito Antártico (Colobanthus quitensis). Son pequeñas plantas que se suelen encontrar entre los musgos y en zonas muy protegidas de las inclemencias. El Pasto Antártico crece solamente en lugares al socaire de los vientos, por esa razón forman pequeñas áreas diseminadas o aisladas. En los lugares donde el viento le permite crecer libremente crean verdes y llamativos prados.

El Clavelito Antártico aprovecha también las zonas protegidas del viento, pero necesita un cierto grado de humedad, por ello los deshielos que siguen a la primavera son los adecuados para su crecimiento y floración; sólo en buenas condiciones se le puede ver provista de pequeñas y numerosas florecillas de unos 50 mm de color blanco y sin aroma. Ambas especies fanerógamas se distribuyen casi exclusivamente por la Península Antártica e islas occidentales.

11. Gimnospermas


Las gimnospermas son plantas espermatófitas (con semillas), que presentan los carpelos no diferenciados en ovario, estilo y estigma. Al contrario de las angiospermas, los óvulos y semillas no se forman en cavidades cerradas. Son plantas leñosas de porte variado, árboles o arbustos. Comprenden las clases Ginkgoineas, Coníferas, Cicadinas y gnetinas.

Gimnosperma de la clase conífera.- Muchas especies de coníferas ya han desaparecido, pero se conservan otras, como los pinos, de amplia distribución en la actualidad.
 
Son típicas plantas cormofitas, leñosas y muy ramificadas. Abundaban en el jurásico y cretácico formando tupidos bosques. Los órdenes Cordaitales y Coniferales comprenden a especies fósiles y actuales, que tuvieron su máximo desarrollo en el Mesozoico; algunos de ellos llegaban a los 30 metros de altura.
Muchas especies ya han desaparecido o reducido, pero se conservan otras como los pinos, de amplia distribución en la actualidad. En general se trata de árboles longevos, de gran porte, con hojas simples (trofofilos), numerosas, relativamente pequeñas y en su mayoría con forma acicular (cedros, pinos, enebros...) o escamosas (cipreses, tuyas o secuoyas). Salvo alguna excepción que presenta hojas caducifolias, éstas son normalmente perennes.

Aunque las características de las flores varían según los grupos, éstas carecen de periantio, siendo siempre unisexuales. Normalmente, las flores son monoicas, es decir, masculinas y femeninas situadas en la misma planta, aunque también se da el caso de flores dioicas (situadas en plantas independientes), como sucede por ejemplo en los enebros. En las formas más evolucionadas las flores femeninas (megasporangios) son muy reducidas, y están soldados por brácteas ovulíferas (escamas seminíferas) en los conos o estróbilos de las piñas. Según la especie, la semilla posee un ala para permitir la dispersión por el viento.
Por su parte, las flores masculinas (microsporangios) se agrupan en unos conos que incluyen numerosas hojas polínicas o microsporófilos, El polen contenido en los sacos polínicos poseen en ocasiones dos vesículas de aire, con objeto de facilitar la polinización anemógama (mediante el viento). Entre la polinización y la verdadera fecundación puede transcurrir más de un año. Las familias de las coníferas se dividen en: Pináceas, Cupresáceas,Taxodiáceas, Araucariáceas, Podocarpáceas, Taxáceas y Cefalotaxáceas.

12. Angiospermas


Son plantas cormofitas, es decir, con tejidos y órganos perfectamente diferenciados.  Tienen flores que producen semillas encerradas y protegidas por la pared del ovario (carpelos) que, posteriormente, se convierte en fruto.
Las angiospermas pueden ser plantas herbáceas, arbustivas o arbóreas.

La reproducción en las angiospermas.- En estas plantas el aparato reproductor o gametofito está constituido por la flor, que puede contener a la vez las estructuras femeninas (carpelo o pistilo) y masculina (estambre), o bien pueden estar en plantas o flores diferentes.
El polen o gameto masculino debe ser trasladado al pistilo (polinización) donde se desarrolla un tubo polínico que fecunda al óvulo y éste se transforma en semilla.
Representan el bloque más importante del alimento humano y de muchos animales.
Por sus semillas se clasifican en: dicotiledóneas y monocotiledóneas.

Dicotiledóneas.- Son una clase de plantas Angiospermas, cuya semilla está provista de dos cotiledones situados a ambos lados del embrión, y excepcionalmente de uno, por atrofia del segundo. La presencia de los dos cotiledones se puede observar seccionando la semilla. La raíz principal generalmente es resistente y dura toda la vida de la planta. El tallo posee vasos que se disponen en círculos. Entre los vasos leñosos y los liberianos existe un tejido llamado cambium, cuya proliferación permite a la planta el crecimiento en espesor.

Las dicotiledóneas son las plantas más abundantes con unas 200.000 especies.
Monocotiledóneas.- Son plantas angiospermas, es decir con flor completa y visible, que poseen una sola hoja embrionaria o cotiledón en sus semillas. La raíz es del tipo fasciculado y de corta duración. El tallo no suele ser ramificado, no tiene cambium vascular de crecimiento en grosor, pero algunas especies cerecen en espesor por otros medios.

En las plantas herbáceas, el tallo es hueco. Las hojas suelen ser envainadoras de tallo y paralelinervias, o sea, con nervaduras paralelas. La flor de las monocotiledóneas suelen ser casi siempre con tres elementos florales o múltiplo de tres.
Existen más de 50.000 especies de monocotiledóneas.

13. Monocotiledóneas


Las monocotiledóneas se llaman así porque sólo tienen un cotiledón, muchas veces encargado de absorber las sustancias de reserva de endosperma. La raíz principal de las monocotiledóneas es de corta duración y la sustituyen otras de origen caulógeno. Sus tallos aéreos, poco ramificados, presentan los haces conductores dispersos y carecen de cambium entre el floema y el xilema, debido a ello, no crecen en grosor. Sus hojas tienen nerviación paralela y, por estar desprovistas de pecíolo, se insertan en el tallo con una vaina o base ancha.

Entre las monocotiledóneas hay herbáceas terrestres que, dotadas de bulbos o tubérculos, pasan la temporada desfavorable dentro de la tierra, herbáceas palustres y plantas acuáticas. Dentro de las monocotiledóneas encontramos a las alismátidas, arécidas, lílidas.

Alismátidas.- Dentro de esta subclase se incluyen las plantas herbáceas, acuáticas o palustres, que representan el peldaño inferior de la clase. Son, por lo tanto, las monocotiledóneas menos evolucionadas y se sitúan en la escala evolutiva tras el último grupo de las dicotiledóneos, el de las ninfeales.
Las flores son unisexuales o hermafroditas. Su gineceo suele consistir en carpelos libros dispuestos helicoidalmente; en cambio, los verticilos del periantio (uno o dos) y los de los estambres (con dos trímeros los más primitivos, que luego se reducen a uno solo), tienen disposición cíclica. Los frutos acostumbran a ser folículos o núculas, cuyas semillas carecen de endosperma.
Arécidas.- Esta clase abarca los vegetales herbáceos o leñosos, de flores cíclicas, por lo regular trímeras, dispuestas en  inflorescencia espiciforme y engrosada a la que rodea una bráctea vistosa, las espata. Se observa en estas plantas la reducción del número de primordios seminales y la tendencia a poseer gineceos de carpelos soldados. Todas dan frutos indehiscentes, como bayas o drupas, y algunas presentan nectarios.
Lílidas.- Es la clase más compleja de las monocotiledóneas por su gran número de especies leñosas y disponen de gineceos sincárpicos, triloculares. Sus frutos son principalmente cápsulas, bayas y núculas, y las semillas tienen endosperma rico en almidón, celulosa o aceites.

14. Dicotiledóneas


Las dicotiledóneas están incluidas dentro de la categoría de las angiospermas y son plantas con flor. Dentro de esta clase existen al menos ciento setenta y cinco mil.

Características.- Sus embriones poseen dos cotiledones, característica que da nombre al grupo. A menudo son plantas compuestas, provistas de pecíolo. El rasgo que las distingue de las monocotiledóneas es una red de nervios. En los tallos se puede ver, en sección transversal, los haces conductores dispuestos en círculo, que se encargan de transportar el agua y las sales minerales.

En esta clase están representados casi todos los tipos de flores. Las partes de la flor son los sépalos, pétalos, estambres y carpelos que suelen disponerse en verticilos (cáliz, corola, androceo y gineceo, respectivamente).
Las dicotiledóneas comprenden vegetales leñosos y herbáceos. Los tallos de los primeros tienen porte arbustivo, si se ramifican desde la base, o arbóreo, si las ramas aparecen a cierta distancia del suelo. A pesar de existir muchos órdenes dentro de esta clase sólo hablaremos de algunos.
Magnoliales: se considera uno de los órdenes más antiguos ya que presenta muchas características arcaicas o poco evolucionados. Esta categoría comprende plantas leñosas de flores casi siempre hermafroditas.
Rosales: esta categoría comprende vegetales de porte arbóreo, arbustivo o herbáceo. Sus especies acostumbran a tener flores cíclicas, o sea, con las piezas dispuestas en vesticilos, de corola dialipétala (con pétalos libres). Las hojas se insertan en espiral alrededor del tallo (alternas) y sus pecíolos presentan con frecuencia estípulas.

La familia de las rosáceas, la de mayor importancia, consta de unas dos mil especies. Sus flores se caracterizan por su simetría radial, son completas y tienen cinco pétalos, cinco sépalos y un elevado número de estambres. Las rosáceas producen frutos de formas muy variadas (aquenios, drupas, pomos, etc). Esta familia incluye algunos de los árboles frutales más apreciados por el hombre. Así, por ejemplo, el género Prunus pertenecen el cerezo, el ciruelo, el melocotonero, el almendro y el albaricoquero.

Leguminales: este orden comprende árboles, arbustos y plantas herbáceas, por lo general de hojas alternas. Las flores poseen cinco pétalos y cinco sépalos. El fruto, al formarse, origina una legumbre que suele abrirse longitudinalmente en  dos valvas. Dentro de esta categoría encontramos a la acacia, los guisantes, el garbanzo.

Los diferentes tipos de dicotiledóneas que existen son:
Salicales: comprende sólo la familia de las salicáceas, con árboles y arbustos caducifolios, de hojas sencillas provistas de estípulas. Sus flores son unisexuales. Su fruto en cápsula se abre mediante valvas y libera gran número de semillitas, provistas de pelos largos y sedosos. Esta familia consta de dos géneros: Salix (sauces) y Populus (álamos o chopos), cuyas especies crecen normalmente junto al agua.
Fagales: dentro de esta categoría encontramos a muchos vegetales leñosos, arbóreos y arbustivos. Sus flores son unisexuales y se reúnen por lo regular en amentos, erectos o péndulos. En algunos casos, las femeninas son solitarias o forman grupos reducidos. El cáliz tiene poco volumen o bien, puede no existir. Las flores de las especies europeas de hoja caduca se abren a veces antes de que broten las hojas. Dentro de las fagales encontramos tres tipos: fagáceas (árboles de hojas perennes o caducas, enteras o lobuladas: haya, castaño, el roble...); betuláceas (incluye árboles o arbustos, cuyas hojas caducas tienen los bordes dentados como el abedul); las coriláceas (árboles y arbustos caducifolios como el avellano).
Ericales: se compone en su mayor parte de arbustos, aunque hayan especies herbáceas y de árboles. Todas son típicas de regiones templadas y montañosas tropicales. Sus flores completas acostumbran a tener los pétalos soldados y generalmente la corola parece un tubo. A este orden pertenecen la familia de las ericáceas, de arbustos de diversos tamaños. El cáliz de sus flores actinoformas se compone de cuatro o seis sépalos que, normalmente, no es´tan soldados a la corola. Dentro de esta variante encontramos al madroño y el rododendro.

15. Fotosíntesis


La fotosíntesis es una función característica de los vegetales autrótofos que consiste en la síntesis de materia orgánica, es decir, producir ciertos componentes con materias inorgánicas con la ayuda de la energía solar. Para que esto se cumpla también se requieren de unas moléculas denominadas pigmentos, capaces de absorver la energía lumínica y transformarla en química.

En las plantas superiores el producto final de la fotosíntesis, un azúcar, por lo general, la glucosa se elabora en las células a partir del dióxido de carbono atmosférico y del agua. Durante el proceso se libera oxígeno .

La captación de la energía de la luz se realiza en la clorofila, pigmento verde que se encuentra en los cloroplastos de las células eucariotas.

Reacción lumínica.- La primera etapa de la fotosíntesis es la absorción de luz por los pigmentos. La clorofila es el más importante de éstos, y es esencial para el proceso ya que se encarga de capturar la luz y transformala en energía química mediante una serie de reacciones. Los distintos tipos de clorofila y otros pigmentos, llamados carotenoides y ficobilinas, absorben longitudes de onda luminosas algo distintas y transfieren la energía a la clorofila A, que termina el proceso de transformación. Estos pigmentos accesorios amplían el espectro de energía luminosa que aprovecha la fotosíntesis.

La fotosíntesis tiene lugar dentro de las células, en orgánulos llamados cloroplastos que contienen las clorofilas y otros compuestos, en especial enzimas, necesarios para realizar las distintas reacciones. Estos compuestos están organizados en unidades de cloroplastos llamadas tilacoides; en el interior de éstos, los pigmentos se disponen en subunidades llamadas fotosistemas. Cuando los pigmentos absorben luz, sus electrones ocupan niveles energéticos más altos, y transfieren la energía a un tipo especial de clorofila llamado centro de reacción.

16. Glosario


Veamos algunos términos técnicos que hemos utilizado en estas nociones sobre Botánica.

Alga: vegetal unicelular o pluricelular, cenobial y talófito, dotado de pigmentos asimiladores, que vive sumergido en aguas dulces o marinas o también en superficies húmedas. Presentan reproducción vegetativa sexual.
Angiospermas: división del reino vegetal que comprende aquellas plantas fanerógamas cuyas semillas están encerradas en una cavidad, llamada ovario que produce frutos. Son plantas leñosas o herbáceas y su porte muy diverso, desde árboles de 100 metros de altura hasta las minúsculas lentejas de agua.
Botánica: rama de las ciencias biológicas que tiene como objeto el estudio de los vegetales.
Briofitos: división de criptógamas que comprende las clases hepáticas y musgos. Presentan alternancia de generaciones; las células reproductoras masculinas tienen flagelos y las femeninas son inmóviles. Los procesos sexuales están ligados a la presencia del agua.
Cáliz: envoltura exterior de la flor, casi siempre verde, formado por hojitas libres, los sépalos, o soldadas para formar un único órgano cóncavo, campanulado, abultado o tubuloso.
Carpelo: órgano femenino vegetal presente en las fanerógamas, derivan de la transformación de hojas florales.
Clorofila: pigmento vegetal de color verde contenido en los cloroplastos. Absorbe la energía radiante y la transfiere a los centros de reacción.
Corola: parte floral compuesta por pétalos blancos o de distintos colores que se encuentran en el interior de los sépalos y forman la parte más viscosa de la flor.
Cotiledon: la primera o cada una de las primeras hojas del embrión de las fanerógamas.
Espora: elemento reproductor típicamente unicelular, capaz de desarrollarse sin previa unión con otra célula. En general son microscópicas y hay gran diversidad de tipos y modos de formación .
Gameto: cada una de las dos células generalmente haploides que en la reproducción sexual se fusionan para dar lugar a una nueva planta, en el caso de los vegetales.