La historia de la civilización china se puede remontar a más de 5.000 años atrás. Numerosos monumentos históricos esparcidos por el extenso territorio de 9,6 millones de kilómetros cuadrados son vestigios de la cultura milenaria. Entre ellos figuran, por ejemplo, la Gran Muralla, cuya parte más antigua data de más de 2.000 años; la Ciudad Prohibida, el palacio imperial más grande del mundo; los Guerreros de Terracota del Primer Emperador, etc.

La inmensa tierra de este país también alberga distintos paisajes naturales, como las Tres Gargantas del Río Yangtze, o la Ruta de la Seda. Hasta el año 2.000 China tienía ya 27 sitios proclamados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. En el 2.000 más de 10 millones de turistas extranjeros visitaron a China. Los ciudadanos españoles correspondieron a 34.351, lo que significa un ascenso del 19% en comparación con el del año anterior.

Para los turistas europeos, quizá lo que más les impresione es la distancia entre la realidad actual de China y la imagen ofrecida por la prensa occidental, aparte de las diferencias socioculturales que se experimentan en su viaje. Este país antiguo se encuentra en la plena vía de la modernización, donde uno puede apreciar a la vez la civilización milenaria y disfrutar de la comodidad moderna.

Nombre Oficial
República Popular China
Capital
Beijing (Pekín)
Extensión
11.418.174 km²
Población
1.210 millones de hab.
Idioma
Chino común o mandarín, además de otros dialectos
Moneda
Yuan (RMB)
Zonas Horarias
GMT+8
Voltaje
220 voltios CA, 50Hz.
Dos clavijas planas


Consideraciones previas importantes


Documentación:
*Pasaporte y Visado: Se requiere pasaporte con una vigencia de seis meses desde la entrada en el país y visado.
Se debe solicitar con bastante antelación en la embajada de la República Popular China en Madrid, aunque normlamente es gestionado por la agencia de viajes si es un viaje combinado.

Comida:
Aunque no se parece mucho, si te gusta la comida de los restaurantes chinos españoles disfrutarás con los platos que se sirven. Cuidado con el picante. Se consigue muy rápido la habilidad de comer con los palillos. Muy buena la cerveza Tsingtao.

Seguridad:
Después de pasear solos por la ciudad se puede decir que no hay temor a ser asaltados o robados, siempre teniendo las precauciones normales. Se puede mover con libertad sin ser agobiado por la gente.

Alojamiento:
Son hoteles con mucho personal, bien equipados, aspecto muy cuidado y con bastantes detalles.

Ropa:
El vestuario necesario es similar al de España. En verano mucho calor, sobre todo en el Centro-Sur; y en invierno mucho frío, sobre todo en el Norte.

Compras:
Como ya hemos dicho anteriormente, este es el paraiso de las compras. Es aconsejable llevar sólo una maleta con la ropa y comprar otra maleta grande donde llevar las compras, en serio. El regateo es esencial y se debe comenzar desde muy abajo. si se va solo y se compran varias cosas el precio será mejor.

Propinas:
En los hoteles se suele esperar que des propina a los maleteros. Al resto de personal y en los restaurantes es muy apreciada la propina porque supone un aporte importante para su economía.

Código telefónico internacional: 86

Comentario personal



Este inmenso país es imposible de conocer en un sólo viaje, como casi todos, pero China ofrece miles de atractivos con miles de matices, lo que le convierte, al margen de su innegable poder e influencia mundial, en un país de destino imprescindible.





Plano general

Recorrido del circuito



Día 2 de agosto. España - Beijing

Iniciamos nuestro viaje desde Málaga, el 2 de agosto de 2004, vía Málaga-Madrid, Madrid-París y París-Beijing.

En el aeropuerto de Málaga escuchamos que a la misma hora que nosotros salimos hacia Madrid hay un vuelo que va a Charles de Gault, qué le vamos a hacer, inconvenientes de los viajes organizados.

El vuelo Málaga-Madrid llega puntual pero Madrid-París se retrasa 30 minutos, aún tenemos tiempo suficiente. La comida de este vuelo es pésima, dos croquetas frías y un trocito de pollo pinchado en un palo.
Cilindros de oración
   Cilindros de oración
Estamos en París en la terminal 2, menos mal que pudimos facturar las maletas directas Madrid-Beijing, pero debemos de cambiar nuestros billetes por las tarjetas de embarque. Nos dirigimos a la terminal 1, para ello hay que coger un autobus, fuera de la terminal, que tarda 10 minutos en llegar. Nos sonprende el estado de esta terminal, horrenda estructura de cemento, con aspecto de abandonada.

Después de preguntar en varios sitios, nos enteramos que hay que pasar por facturación para cambiar los billetes, no sé que pasaría si no supieramos inglés, nadie hace ningún esfuerzo por entenderte.

En la fila de al lado vemos a los primeros españoles, les están pidiendo un ticket de las maletas que llevamos pegados a nuestros billetes, les ayudamos.

No sé cómo llegamos a las puertas de embarque, a veces pienso que nos seguimos unos a otros.

Al fín embarcamos, son las 19:45 h, la mayoría del pasaje es chino, el inglés de nuestra azafata no es muy bueno, hemos tenido que ayudar a una señorita francesa que quería pollo, mientras la azafata intentaba preguntarnos como era en francés pollo, nosotros le decíamos que nosotros eramos "spanish", cuando empezó a llamar "spanish" al pollo, tuvimos que sacarla de su error y decirle que "chicken" es "poulet" en francés. Probamos nuestra primera comida china en el avión, mejor que la francesa.


   Día 3 de agosto. Beijing

Llegamos a las 6:00h de España, durante el viaje te cierran las ventanillas para que duermas porque en Beijing son 6 horas más, allí son las 12:00 h.

Recogemos nuestras maletas y nos dirigimos a la salida en busca de nuestro guía.

Hay muchos chinos, taxistas y carteles pero ni rastro de nuestro guía o cartel que ponga Kuoni, además están escritos en chino.

Nos hemos reunido con la pareja que ayudamos en París, serán nuestros compañeros de fatiga en todo el viaje (Fernando y Lorena). Vemos que hay un grupo de españoles que también esperan. No encontramos al guía, pensamos en llamar al teléfono que viene en la documentación y nos damos cuenta que junto al mismo hay unas iniciales que hemos visto en una bandera (CITS). Por fin, localizamos al guía llamado Sun; francamente, por su cartel no lo abríamos conseguido nunca.
Templo del Cielo
   Templo del Cielo

Como hemos sido los últimos en llegar, hemos retrasado al resto del grupo que nos espera en el hotel, somos 16 españoles en total, así que realizaremos primero las visitas y el almuerzo se cambia por la cena.

Hace un calor infernal, húmedo, que te hace sudar todo el rato.

Primera visita, el Lamasterio Yonghe, seguimos como autómatas a nuestro guía, no sé si con el cansancio que tenemos acumulado podremos apreciar la belleza de este templo. Cruzamos un patio tras otro, los edificios construidos en madera sin utilizar clavos, encajándose las piezas entre sí. En el último patio la atracción principal, un buda de 26 metros tallado en una pieza, de un árbol de sándalo. No se pueden hacer fotos del interior de los templos y menos de los budas.
Puerta de la Paz Celestial
Puerta de la Paz Celestial
Segunda visita, el Templo del Cielo, gran superficie con varias edificaciones, en él se celebraban dos veces al año los dos ritos oficiales: en el solsticio de invierno el rito de las Cuatro Periferias y en el equinocio de primavera el rito de la Buena Cosecha.

A las 17h cierran casi todos los monumentos y a las 18h suelen cenar, es temprano para nosotros. Parece que el que manda es el conductor porque no quiere llevarnos de regreso al hotel para cambiarnos, dice que le queda lejos. El guía nos da una vuelta cerca del restaurante, nos lleva a un centro comercial, posiblemente no sólo el más caro de China, sino también de España y al final cenamos sin haber podido cambiarnos ¿para qué me habré traido tanta ropa?.


Nuestra primera cena realmente china, en el restaurante del museo de Beijing. Nos espera una gran mesa redonda con un soporte giratorio donde se van colocando los platos. Nuestro primer encuentro con los palillos, aunque también ponen tenedores. La comida está buena. Nos presentamos a los primeros ocho compañeros de grupo, todos estamos muy cansados y parece que no tenemos muchas ganas de presentaciones. Sólo un vaso de bebida está incluido, si quieres más son 5 (yuanes). De postre sandía.
Hay algo que nos ha sorprendido, nadie en el grupo fuma, lo que supone un gran alivio puesto que no soportamos el tabaco.

Terminada la cena volvemos al autobus, el guía nos propone una actividad antes de terminar la noche, ¡un masaje de pies!. Estamos demasiado agotados y a pesar de su insistencia, sólo le interesa a uno del grupo, además después de dos días sin poder asearnos no nos parece bien someter a la cámara de gas a una pobre china.

Regresamos al hotel, es lujoso y las habitaciones están muy bien.

Compramos al guía una tarjeta de télefono que nos da bastantes problemas para llamar desde la habitación del hotel. Así que es mejor no comprarla porque las llamadas desde los hoteles no salen caras al cambio, alrededor de 1€.
Puesta de sol en la Plaza
   Puesta de sol en la Plaza

   Día 4 de agosto. Beijing

Realización del Cloisonne
   Realización del Cloisonne
Al parecer el guía no está acostumbrado a informar a todo el grupo de las actividades del día, sólo a unos pocos, así que no nos hemos enterado que el desayuno era en el hotel y él tampoco se ha molestado en poner algún remedio a la situación, así que estuvimos todo el día sin tomar nada hasta el almuerzo.

Nos llevan a la fábrica de cloissone, en el camino hacia la Gran Muralla, para ver su asombroso proceso de elaboración. Nuestra primera visita organizada a una tienda; es mejor no comprar en estos sitios tan preparados, te cobran más caro y además no regatean lo suficiente.

En cuanto al cambio de dinero, hay que pagar con divisas del país; en los hoteles suelen dar buen cambio, pero no lo cambies todo porque irás encontrando cambios mejores a lo largo del viaje.
Nos dirigimos en autobús a Badalin, uno de los lugares para ver la Gran Muralla, donde también hay un parque zoológico con osos panda. El lugar está lleno de coches y a pesar de que muchos edificios están contruidos en el 89 dan sensación de ser tremendamente viejos.

Hay que recorrer una gran distancia para llegar a la muralla desde Beijing, el paisaje cambia según nos acercamos, es abrupto, montañoso y verde.

Se nota el esfuerzo que han tenido que realizar para construirla. El entorno donde se encuentra y la majestuosidad de la construcción hace que te impresiones aún más. Como se puede ver por las fotos, hay muchos turístas, la mayoría son chinos conociendo su propio país. Tras una hora recorriendo la muralla volvimos al lugar concretado y nos dirigimos a almorzar.
Nos dirigimos a las Tumbas Ming, vemos la tumba del emperador Yongle o Chang ling, me llama la atención la misericordia de este emperador que a su muerte hizo arrojar vivas a una especie de pozos estrechos a dieciseis de sus concubinas. El acto misericorde y de honor es el de arrojarlas vivas, por si no se han dado cuenta.

Después nos dirigimos a la Vía de los Espíritus, con sus representaciones de animales y figuras humanas, para finalizar el paseo junto al Pabellón de la Estela, con una estela funeraria de 9 metros de altura sobre una tortuga con cabeza de Dragón.

Terminaron las visitas. Para variar el conductor vuelve a negarse a llevarnos al hotel de regreso y nos deja junto al restaurante donde vamos a comer pato laqueado. El guía vuelve a la carga con lo del masaje de pies y esta vez se apuntan cuatro y el resto se dispersa para hacer tiempo para la cena.
Camino Sagrado (Tumbas Ming)
   Camino Sagrado (Tumbas Ming)
Damos vueltas por la zona pero no hay nada interesante para ver, sólo algunas calle un poco más viejas pero no son los clásicos hutons de Beijing. Pasamos por un sitio de masajes en cuyo escaparate dice: 30 masaje de pies y 30 de cuerpo (en inglés). Después nos contarán que les ha costado unos 15€, es decir 150 , donde les llevó el guía. Muy listo...

Sin asearnos y cansados, cenamos. La hora de comer siempre es la más divertida, por probar más platos diferentes y por el uso de los palillos que casi todos ya dominamos. El pato está buenísimo y me ha impresionado la asepsia con que lo preparan y cortan. De postre: sandía, de nuevo.

Volvemos al hotel, estamos realmente agotados.


   Día 5 de agosto. Beijing - Zhengzhou

Desayuno y en camino. Hoy es Palacio Imperial, hace un calor de justicia y está a rebosar de gente. Es una pena que esté en obras, con lo de las próximas olimpiadas se están restaurando los edificios. Atravesamos un pabellón tras otro, visto desde el cielo la Ciudad Prohibida tiene que ser impresionante.
Plaza principal (Ciudad Prohibida)
Plaza principal (Ciudad Prohibida)
Finalizada la visita el guía nos lleva a una tienda junto a la muralla de la Ciudad, no sólo es cara sino que además no se regatea, perdemos nuestro tiempo allí.

Nos dirigimos a almorzar. Oh!, casualidades de la vida, junto al restaurante hay un lugar que pone "mercadillo de la perla", no es más que otra tienda donde venden perlas cultivadas, nosotros pasamos y nos vamos a ver los alrededores, hay un lago artificial con lotos y un puente, la gente está pescando, es de postal. Volvemos para decírselo a Fernando y Lorena y, sorpresa, nos están buscando para que nos metamos en la tienda, entramos, escuchamos la explicación sobre las perlas y salimos los cuatros, estamos empezando a cansarnos con esto de las tiendas preparadas, les enseñamos nuestro hayazgo. A la vuelta parece que el guía está enfadado, quizás la comisión no sea tan buena esta vez.
Llegada al Palacio de Verano, es uno de los monumentos más bonitos que he visto, está claro que la opinión que tiene el guía respecto a la emperatriz que encargó la construcción no es muy buena, la llama "la bruja". Todo depende del cristal con el que se mire, si una mujer impone su autoridad y para ello tiene que ser cruel, es una bruja, si lo hace un hombre es un gran emperador. La Historia se puede interpretar desde varios puntos de vista.

Terminada las visitas del programa vamos a cenar y de ahí al Hotel Qianmen para ver la Ópera de Beijing. Sin poder asearnos vemos la Ópera de Beijing, al principio de la representación es ópera y en la parte final la historia se intercala con acrobacias. Es precioso el colorido de sus trajes.

De aquí nos llevan a la Estación de Beijing para tomar el tren nocturno. Parece que es la primera vez que el guía hace esto, se le ve un poco perdido.

Estamos en la sala de espera de los trenes, la gente nos mira con curiosidad mientras permanecemos de pie, formando un grupo. Nos colocamos en cola una hora antes, entonces el guía se despide de nosotros dejando los tickets de las maletas a Miguel Angel para que se lo diera al guía que nos esperaba en Zhengzhou.
Cuando llega el trén, la cola se triplica por arte de magia. Mientras hablamos, un señor que lleva tiempo mirándonos saca su cortauñas y empieza a hacerse la manicura en plena cola, pero como nos mira, me está bombardeándo, no podemos reprimir la risa. Fernando me aconseja que esquive las uñas como en Matrix y empiezo a llorar de risa; la gente de mi alrededor también se rie al mirarme.

Llegamos sin incidentes hasta nuestro vagón. Los compartimentos se componen de cuatro camas dispuestas en dos literas y una pequeña mesita bajo la ventana. Nadie nos dijo, cuando contratamos el viaje, que había que compartir habitación, menos mal que son los compañeros de grupo, aunque hace poco que nos conocemos.
Flor de loto
Flor de loto
No hay duchas, sólo una zona con dos lavabos y un aseo en cada extremo del vagón dos aseos, uno tiene un inodoro y el otro un agujero en el suelo del vagón. Es toda una sensación verse agarrado a un asidero con el tren agitándose en marcha y haciendo tus necesidades por un agujero que da a la vía del tren. Por eso, mientras el tren está parado no se puede entrar al aseo, para no llenar de detritus las estaciones.

El tren no está mal, se nota que es la zona VIP. Nosotros tenemos muchas ganas de cachondeo, y para comprobar lo confortable que son los compartimentos nos metimos todos en uno para hacernos una foto al estilo camarote de los hermanos Marx. No se como no nos echan del tren con el escándalo que tenemos formado.

Menos mal que metimos en la mochila una camiseta porque no podremos cambiarnos de ropa hasta la noche.


   Día 6 de agosto. Zhengzhou

Llegamos a Zhengzhou a las 7:10 h. El guía que nos espera se llama César, es un chico muy joven e inexperto, su español es bastante malo. Le damos los tickets de las maletas y se queda desconcertado y empieza a ponerse nervioso. Al parecer no sabía nada sobre las maletas y tras 45 minutos de espera averigua que las maletas van camino del Hotel Peonía de Luoyang.

Desayunamos en un hotel y nos dirigimos al Templo Shaolin. Este templo está bastante descuidado y realizándose obras de reconstrucción. En la visita nos acompaña otro guía que habla inglés para explicarnos porque el nuestro no sabe nada sobre este lugar. Es un verdadero ejercicio mental intentar entender lo que quiere decir en español.

Cerca del templo está el Bosque de Estupas, construcciones funerarias, parece que el guía ni siquiera ha estado aquí porque realiza fotos y dice que le ha gustado.
Barca de Piedra
Barca de Piedra
Asistimos, en una escuela de artes marciales, a un espectáculo de los monjes del Templo Shaolin en Denfeng y nos dirigimos al restaurante que está a pocos metros, al cual se accede por una tienda de jade.

Posteriormente, nos dirigimos al Templo Budista de los Caballos Blancos, gracias a nuestras propias guías descubrimos la importancia de este templo en la historia del budismo.

Para finalizar nos propone ir a una casa subterránea, pero todos queremos ir directamente al hotel, cambiarnos y cenar. Tras la cena, salimos por primera vez solos unos cuantos del grupo. Encontramos puestecillos y un mercadillo en la calle, la cual está llena de gente que pasea y nos mira con curiosidad. Muchos nos saludan y otros hasta nos siguen para saber a dónde vamos.
Una niña pequeña que camina con sus padres nos saluda diciendo "jalo" (que pretende ser "Hello"), nosotros le respondemos en chino "ni hao". Nos mira desconcertada y nos reimos todos.

Hay un grupo numeroso de mujeres que bailan en la calle, otras personas juegan a las cartas, a la pelota o escriben en chino en las aceras, se divierten de la manera más sencilla.

Volvemos al hotel a descansar y a hacer las maletas porque hay que dejarlas listas para que se las lleven a la estación de tren.


   Día 7 de agosto. Zhengzhou - Xian

Desayuno. Al dejar el hotel parece que hay problemas con una toallita de tocador que no aparece y tenemos que esperar a que el chófer solucione el problema. Por fin salimos con un calor sofocante.

Visita a las Grutas de Longmen. Entre nosotros nos explicamos lo que vamos a ver gracias a las guías de viaje que llevamos porque con las explicaciones del guía no nos enteramos.

Hay un largo trecho desde el aparcamiento hasta la puerta de entrada a las grutas, que se puede hacer andando o en trenecito eléctrico.
Tras la visita, mientras nos dirigimos a la estación de tren, pide descaradamente la propina para el chófer. Durante la espera nos da tiempo a comprar una trolley en las tiendas de la estación por 55. Al menos esta vez el guía espera a que entremos en el tren y nos dan también los tickets de las maletas.

Durante el trayecto los empleados del tren nos ofertan toda clase de artículos, como pañuelos de seda, cubrebotellas, comida y bebida, etc.

Llegamos a Xian y nos está esperando Sofía, una chica muy agradable con un español bastante bueno. Nos trasladamos al hotel donde cenamos. Le pedimos a Sofía que nos escribiera en chino la dirección del mercado junto a la muralla de la ciudad, en una tarjeta del hotel.
Paseo Gruta de Longmen
Paseo Gruta de Longmen
Mucho más confiados nos proponemos nuestra segunda salida solos. Las calles están llenas de gente que nos mira al pasar con la misma curiosidad que en otros lugares. En un McDonald's tomamos un helado de nata con un baño de chocolate que nos sabe muy bien. Muy cerca encontramos la entrada al mercado, pasando por un tunel en la muralla.

No acertamos a ver el final de la calle donde están las tiendas y los tenderetes, esto es inmenso. El regateo en este lugar, así como en el resto de los lugares que después visitemos, es muy distinto que en otros paises. Te lo pasas muy bien ofertando y haciendo un poco de teatro hasta que al final las dos partes llegan a un acuerdo satisfactorio para ambas. Siempre te piden un precio muy elevado, pero el truco está en empezar en una cantidad casi ridícula. No te puedo decir en que proporción porque depende del tipo de artículo, pero siempre menos de una quinta parte.
Muralla de Xian
Muralla de Xian
Vamos aprendiendo cual es el valor de los objetos en China. No se debe pensar en euros. La calidad de los artículos en bastante buena, mejor que en Shanghai.

Los taxis son baratos, la tarifa nocturna está entre 8 y 10, es decir, menos de 10 céntimos de euro por ir de un lado a otro de la ciudad.

Subirse en un taxi supone una aventura. Aquí no se respeta la línea contínua, los pasos de cebra, los ceda el paso... pero no hemos visto ningún accidente, nadie toca el claxon, o se insulta o se altera.

Hemos regresado a las 23h muy contentos por las compras realizadas. Hemos disfrutado y mañana pensamos repetir.


   Día 8 de agosto. Xian

Desayuno. Visita a la Pagoda Mayor de la Oca Silvestre. Sofía nos informa sobre la ciudad en el autobus. Para subir a la Pagoda hay que pagar 20. Subimos los siete pisos para tener una vista panorámica.

Después, la guía tiene la obligación de llevarnos a una tienda de jade, al menos es sincera y nos dice que si no queremos comprar nos vamos y ya está. Dentro nos explican en inglés los distintos tipos de jade que existen.
De aquí vamos a ver la antigua muralla de Xian. Xian es una ciudad muy hermosa y su muralla es impresionante. Se puede recorrer la parte superior en bicicleta o en vehículo eléctrico.

Tras la visita almorzamos temprano en un lujoso restaurante local de la Dinastía Tang, en el cual se realizan espectáculos. La comida está buenísima y tiene muy buena presentación.

Nos ponemos en marcha para ver los guerreros de terracota. Llegamos a un lugar bastante apartado y vamos andando hasta el complejo donde se ubican los tres fosos de excavación y el museo.

El primer foso es enorme, una gran nave diáfana sin columnas, donde hay 6000 guerreros a la vista. Ahora se permite realizar fotos, hace unos años no se podía.
Guerreros de terracota
   Guerreros de terracota
Los otros fosos son mucho más pequeños y la mayoría de las esculturas están cubiertas para que la luz no dañe sus pinturas. En el museo están los carros de bronce, así como cuatro figuras representativas que aún conservan parte de la policromía. También hay fotos de personajes ilustres que han visitado la exposición.

Típico farolillo
Típico farolillo
Volvemos al hotel y nos preparamos para la noche de las compras. Salimos temprano y comemos en un buffet donde tenemos la oportunidad de comer carne de serpiente.

Aquí si merece la pena comprar. Mochilas, ropa de abrigo de marca, camisetas, juegos de palillos y mantelitos, relojes, etc. Lo mejor es: Ir en pareja, si va mucha gente no regatean tanto; comprar cuantas más cosas mejor en un mismo sitio, así se puede hacer un precio global a la baja. A la hora de regatear empezar desde muy abajo e ir subiendo poco a poco. Hay técnicas que ayudan, como el fingir que te vas, el decir que no tienes más dinero en ese momento, etc.

Regresamos al hotel cansados, satisfechos y con unas compras inmejorables. Nos lo hemos pasado muy bien. Dejamos preparadas las maletas para el día siguiente.


   Día 9 de agosto. Xian - Guillin

Desayuno. Salida para el aeropuerto de Xian. Pago de tasas 50. Menos de dos horas de vuelo.

Llegada al hotel. Es uno de los hoteles más antiguos de la ciudad pero muy bien situado junto al río.

Le pedimos a la guía que nos escriba la dirección de la zona de compras y también nos dice que por la noche cortan un carril de la carretera para los puestos del mercadillo, que además no queda lejos del hotel y se puede ir andando.

Salimos a cenar por nuestra cuenta a un restaurante local, por supuesto buscando uno en el que la carta de platos al menos esté en inglés. Se nota que los turistas no suelen salir solos por esta zona a cenar. La comida nos cuesta a los cuatro unos 107.

Después paseamos por el mercadillo para unas compras, como no. Luego al hotel, los botones te apuntan en una tarjeta el número de matrícula del taxi que te ha traido.


   Día 10 de agosto. Guillin

Desayuno. Nos desplazamos en autobús hasta el embarcadero para iniciar el crucero por el río Li.
Los paisajes que vas contemplando son espectaculares, sobrecogedores, magníficos... Según nos dijo la guía, al ser esta provincia limítrofe con Vietnam la vegetación y el clima es similar. Tanta vegetación y esas colinas desafiantes configuran un entorno increible, de verdadera postal natural.

La comida se realiza en el barco y por el camino vemos como se va preparando la comida en la parte trasera de los otros barcos. El menú es escaso y poco sabroso. De postre tomamos licor de serpiente.

En el embarcadero de destino está el mercadillo de Yangshuo, de pequeño tamaño comparado con lo que hemos visto hasta ahora. Desde el mercadillo hasta el aparcamiento del autobús hay un trecho que se puede hacer andando o en cochecito eléctrico.

En el camino de vuelta paramos a ver una fábrica-tienda de perlas de mar.
Cordillera con formas típicas
Cordillera con formas típicas
Por la noche volvemos a salir para cenar y ver las pagodas del lago. Los compañeros del grupo cenan en un restaurante donde preparan delante tuya serpiente, ratas y otros animales.

Otro paseito por el mercado y vuelta al hotel.


   Día 11 de agosto. Guillin - Hangzhou

Desayuno. Salida para el aeropuerto de Guillin. Pago de tasas 50. Casi dos horas de vuelo. Traslado y almuerzo en el hotel Lily.

La guía está enferma y se presta poco a acompañarnos. Visita al Templo del Alma Perdida sin la guía, que nos deja en la puerta sin nadie que nos explique nada, a la vuelta nos esperará una guía que habla inglés, pero se mantendrá callada todo el tiempo. Del paseo por el centro de la ciudad no sabe nada, de todas formas volvemos al hotel para salir por nuestra cuenta.

Buscamos restaurante y encontramos uno que tiene fotos en el menú, nos colocan junto al escaparete del restaurante para que todo el mundo nos vea y así aumentar su categoría (a su restaurante van occidentales). Luego al mercadillo, muy turístico, típicas casas chinas, con alerones curvados hacia arriba, convertidas en tiendas, en una calle peatonal. En este sitio no regatean, hay precio fijo y apenas bajan. Nos llueve y volvemos al hotel.


   Día 12 de agosto. Hangzhou

Desayuno. Las visitas las seguimos haciendo solos porque la acompañante es la misma del día anterior. Visita a la Pagoda de las Seis Armonías. Traslado al lago donde paseamos en barca por el Lago Oeste y caminamos por el Islote San Tan Yin Yue, con sus pasarelas de madera.
Pagoda y Puente sobre el Lago
   Pagoda y Puente sobre el Lago
Después el Jardín del Puerto Florido, un bello lugar para pasear. Por el camino vemos que apuntalan los árboles cercanos a la carretera en previsión del tifón que se espera para esta tarde. Eso nos intranquiliza un poco porque pensamos que se nos puede aguar la salida de rigor.

Sin perder tiempo nos dirigimos a ver las plantaciones de té del Pozo del Dragón. Nos ofrecen una charla sobre el proceso de elaboración y nos dan a probar una de las variedades que cultivan.

Almuerzo en restaurante local. Como hemos terminado con el programa de hoy tenemos la tarde-noche para nosotros.
Vamos al mercadillo antes de cenar aprovechando que el tiempo está bien. De repente, comienzan a caer unas gotitas de agua y todo el mundo sale corriendo. Sólo estamos nosotros cuatro en la calle, y de golpe diluvia sin contemplaciones. Vamos de una tienda en otra para protegernos de la lluvia.

Al final, mojados, pensamos en cenar en un restaurante cerca de la calle del mercadillo. Cuando terminamos nos llaman un taxi y nos volvemos al hotel.


   Día 13 de agosto. Hangzhou - Shanghai

Desayuno. Traslado a la estación de tren para Shanghai. Dos horas de recorrido que pasan rápido. Traslado al hotel y almuerzo. Hace mucho calor.

Shanghai es una ciudad de rascacielos, donde se percibe la influencia de otras culturas. El guía nos propone una visita opcional para la noche, que incluye una visita a la Ciudad Vieja, un paseo en barco por la bahía y subir al hotel más alto de la ciudad todo por 160. La subida del hotel son 60.
Visita al Templo del Buda de Jade. Después nos dirigimos al Museo de la ciudad, en el cual se necesitan horas y horas para ver las magníficas colecciones que hay. Para hoy no estaba en el programa el Museo y que se ha cambiado por el paseo por la calle Nanjing y el espectáculo de acrobacia, que será al día siguiente.

Como ya hemos terminado por hoy el resto del grupo ha escogido la excursión opcional y se quedan en el autobús. Como ellos y nosotros vamos para la Ciudad Vieja, amablemente nos llevan hasta allí. Este es un lugar turístico recuperado de un barrio donde se localizaba la mafia china. Muchas y buenas tiendas donde poder regatear. Los vendedores de falsificaciones te asaltan con catálogos o te invitan a que visites su tienda para enseñarte lo que tienen oculto. Hay muchas calidades en las falsificaciones y la mayoría de las que vemos son malas, peores que las de Xian.
Calle Ciudad antigua de Shanghai
Calle Ciudad antigua de Shanghai
De noche vamos nosotros cuatro por nuestra a la Torre de la Perla, la tercera en altura en todo el mundo, nos cuesta subir al piso más alto 100 cada uno. Cenamos en un restaurante cercano gracias otra vez al diccionario. Vuelta en taxi al hotel que está muy lejos.


   Día 14 de agosto. Shanghai

Desayuno. Visita del malecón, que es como el paseo marítimo de la bahía. En la Ciudad Vieja (que ya conocemos) entramos en el Jardín de Yuyuan.
Torre de la Perla
Torre de la Perla
Almuerzo en el restaurante de un hotel cercano. De ahí vamos andando hasta la calle Nanjing, donde se encuentran las principales marcas al estilo Quinta Avenida de Nueva York y con varios kilómetros de largo.

Ahora nos vamos dirigimos a la calle Xiang Yang, el PARAISO de las compras, es un mercado de tenderetes con calles estrechas en el cual puedes encontrar de todo y a unos precios increibles.

Sin pasar por el hotel para asearnos y dejar las compras, vamos al espectáculo de acrobacia. Es una exibición sorprendente, no dejas de abrir la boca y sobrecogerte con las evoluciones de los participantes en el show.

Regresamos al hotel y como no hemos cenado y tenemos hambre salimos en busca de algún restaurante cercano. Esto se vuelve una verdadera aventura, puesto que el único lugar que encontramos abierto es un supuesto restaurante de pescado que resulta ser una casa de citas. Aun así tenemos hambre y nada nos va a hacer irnos sin comer, la comida está buena y hasta tenemos cantante, no paramos de reir desde que entramos hasta que nos fuimos, todo el mundo nos mira descaradamente y se acercan para averiguar que hemos pedido de comer si no sabemos chino.


   Día 15 de agosto. Shanghai - España

Desayuno. Traslado al aeropuerto. Pago de tasas. Embarcamos todos juntos en dirección a Frankfurt. En esta ciudad alemana tenemos que separarnos puesto que nosotros dos vamos a Madrid y el resto a Barcelona. La despedida se hace dura y triste.

Sin más contratiempo llegamos a Madrid, pasando la noche a bordo. Para el resto termina aquí el viaje pero para nosotros hay un día más que debemos pasar en Madrid puesto que no hay vuelos ni tren a la hora que llegamos.




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